Resumen del Módulo "Violencia de género laboral y simbólica"

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El sistema de dominación de género se impone en el ámbito laboral de manera más impune y terrible. Es apoyada por la jerarquía formal de las posiciones, con lo cual constituye un Abuso de Poder gravísimo en la medida que juega con nada más y nada menos que las posibilidades de sustento de una persona y su familia. 

La violencia de género laboral se corresponde con el relacionamiento con personas con conductas abusivas que hacen uso del poder asimétrico de los varones casi siempre sobre las mujeres para implementar impunemente abuso de poder aprovechando la jerarquía organizacional en ocasiones y en otras haciendo uso únicamente de los propios privilegios masculinos legitimados por el sistema de dominación de género. Es importante diferenciarla de la violencia laborar relacionada con la tarea cotidianas, sobre explotación, sobre exigencia o conflictos o tensiones organizacionales de distinto tipo.

Por este motivo, la violencia laboral de género puede darse tanto siguiendo las jerarquías organizacionales como por parte de pares o incluso subordinados, en la medida que el varón se siente legitimado por la sociedad para acosar a las mujeres o disidencias sexo-genéricas.

Está comprobado que cuando se trata de razones de género se rompe la regla de la asimetría, ya que la mujer que ocupa cargos jerárquicos también puede sufrir violencia laboral de género. Esta abuso puede provenir de un varón con cargo jerárquico pero también de pares o subordinados.

En síntesis, la violencia laboral es toda acción, omisión o comportamiento, destinado a provocar, directa o indirectamente, daño físico, psicológico o moral de forma sostenida en el tiempo y NO ocasionalmente a un trabajador o trabajadora, sea como amenaza o acción consumada. La misma incluye violencia de género, acoso psicológico, moral y sexual en el trabajo, y puede provenir de niveles jerárquicos superiores, del mismo rango o inferiores

El sistema de dominación de género, gracias a la violencia simbólica, naturaliza que las mujeres y disidencias sexo-genéricas están al servicio del placer del varón o son inferiores a él. Con lo cual no hay diques ni barreras para acosar o incluso a veces abusar a compañeras, compañeres, o compañeros por el solo hecho de considerar su identificación sexo-genérica en inferioridad de condiciones y al servicio de los dominadores.

No necesariamente esta violencia tiene que ver con la sexualidad, sino también con todo tipo de sexismo. Sexismo se denomina a considerar que una persona es inferior o superior por el solo hecho de su identificación sexo-genérica. En este sentido son comunes chistes machistas entre compañerxs, asignación de tareas consideradas inferiores a las identificaciones sexo-genéricas no hegemónicas (mujeres, personas trans, homosexuales, etc) .

Segregación horizontal y vertical

Segregación en el ámbito laboral - YouTube

Acceso a puestos laborales, igualdad, segregación horizontal

Las mujeres y disidencias sexo-genéricas, por más que la Ley y el Derecho las considere presuntamente en igualdad de condiciones, siempre se ven perjudicadas en cuanto al acceso laboral y a una remuneración justa. Históricamente la sociedad atribuye roles estereotipados tanto a hombres como a mujeres, asociados con el sexo al nacer. Las mujeres asignadas entonces con el rol de “ama de casa”; y al tener que desempeñarse en estas tareas de cuidado y limpieza del hogar, tienen menos tiempo para dedicarse a estudios y capacitaciones, así como al tiempo laboral, por lo que obtiene con más facilidad, actividades informales. Al contar con mayor informalidad, acceden a trabajos más precarizados.de esta manera.

Las estadísticas demuestran que porcentualmente es mayor la cantidad de varones que se desempeñan laboralmente en actividades consideradas del ámbito de la producción  y las mujeres en las tareas que se encuentran en continuidad con el cuidado. Hacemos mención al concepto de “Segregación horizontal” la cual se determina por la concentración diferenciada por género en determinados sectores y determinados tipos de trabajo. En general, las mujeres extienden las labores socialmente asignadas propias del ámbito doméstico cuando salen al mercado de trabajo. Es decir, las tareas de cuidado de personas,  actividades domésticas, etc, son trasladadas al ámbito laboral en lo que se les presenta a ella como verdaderas elecciones. Se encuentran mayoritariamente a mujeres en actividades laborales relacionadas con el cuidado y la protección de personas, de la salud, de la educación y a más varones en actividades industriales, manejo de instrumentos tecnológicos complejos, etc.

El techo de cristal, segregación vertical

Respecto de las jerarquías, existe una marcada diferencia de géneros: en los puestos laborales más bajos, predominan las mujeres, y a medida que vamos ascendiendo, encontramos mayor cantidad de varones. (Segregación vertical) y esto tiene que ver con el apartado anterior cuando hacemos mención a la división sexual del trabajo donde mencionamos que las mujeres no tienen las mismas posibilidades de acceso a empleo formal que el hombre, de manera que las que logran acceder a un puesto jerárquico son significativamente menores que los hombres otorga al varón una gran cantidad de privilegios por el solo hecho de ser varón.

La violencia "simbólica" y sus efectos "reales"

Violencia simbólica: se impone gracias al lenguaje que ...


Cuando hablamos de violencia simbólica estamos diciendo cualquier cosa menos que sea una violencia menos dañina que las otras, cosa que constituye un frecuente prejuicio incluso en profesionales formados en género.

Tenemos “naturalizadas” ciertas cuestiones como siendo de “mujeres” y otras de “varones”. A pesar que los discursos políticamente correctos dicen que hemos superado esto, nuestras actitudes cotidianas a menudo demuestran que lejos estamos de lograrlo. A veces hasta en la exaltación que hacemos de por ejemplo las “dotes femeninas para la crianza, la buena madre, etc” ejercemos este tipo de violencia. El sistema de dominación de género reserva la mejor parte para el varón.

Esta violencia da legitimación, validación a todas las otras formas de violencia de género. Que “da legitimidad” quiere decir que les da aceptación social. Se trata de una violencia con masivos efectos reales en la realidad efectiva de cada une. La violencia simbólica es una violencia tan real y tan perniciosa como todas las otras formas de violencia de género que existen.

No es necesario buscar los efectos de esta violencia de manera demasiado oculta, basta una persona sexo-género-disidente (mujer, homosexual, trans, travesti, intersex, no binaria) que tenga una imagen autodenigrada, sea de su cuerpo, sea de su orientación en la elección de objetos de amor, sea en su no-respuesta a los modelos que presentan los medios. O incluso un varón que se sienta disminuido respecto de los modelos de éxito, corporales, de roles que pregonan los medios.

Quién no conoce a alguna adolescente que se siente fea, que no come porque se siente gorda, que se mete los dedos a escondidas para intentar hacer que su cuerpo se vea como el sistema de dominación de género dice que tiene que ser el cuerpo de una “mujer” como objeto de deseo de los hombres.

O la relación respecto del amor. Cuantas personas se han sentido mal alguna vez por no “conseguir” pareja y sentirse inadecuada/o , feas, condenadas, o con una imagen de sí-mismo denigrada por no “cumplir” lo que el sistema de dominación de género instituye como “normal” y “natural”: Estar en pareja de a dos, preferentemente heterosexual, con una vida sexual imprescindible, y la felicidad de haberse completado con la media naranja, para una vida feliz hasta que la muerte nos separe.


Una violencia cuya legitimidad compartida por dominades y dominadores

La violencia simbólica hace que lxs dominadxs se sientan obligadxs a concederse a sí mismxs una imagen disminuida o denigrada de acuerdo a lo que el dominador determina que debe ser, cosa bastante común por cierto en muchos trastornos de la alimentación (bulimia, anorexia) , sobre todo sufridos por mujeres.

Esta legitimidad pasa por considerar que lo que nos pasa o como percibimos la realidad es algo "natural", pero en realidad se trata de habitos y estereotipos inculcados desde la socialización de la familia primero y luego reforzados en el trabajo pedagógico secundario de las instituciones educativas o los medios.

Todas las compañeras, compañeres y compañeros que hacemos este curso esperamos que este módulo les haya parecido interesante y los convierta en verdaderos luchadores para erradicar la violencia laboral de nuestro ámbito de trabajo.


#CampanaSinViolencia



Última modificación: Wednesday, 28 de October de 2020, 09:51